Page 54 - Apariencias - Alberto Pipino
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EN LA MONTAÑA CRÍTICA










            Ese imaginario silba al fuego
            mínimo para que el calor hable
            con fuerza al culo de la olla.
            Esta es una noche tranquila muy
            chévere. El enemigo está de fiesta.

            Un oficial trae una madera para
            usar de tapa no vaya a ser que
            los cangrejos y los caracoles y
            alguna oreja de vaca pasen al otro
            lado. Sonríe el civil de fajina
            envolviendo una pizca de ensueño.


            Ninguna tapadera sea gruesa o
            delgada, posible o irreal podrá
            detener el hervor, la secuencia del
            tacto que va guisando a la muerte
            en su propio caldo. Lejos se oye el
            runrún de un avión que va al sur.


            “Las tapas vuelan” dice él
            señalando las estrellas. Esta es
            una noche tranquila, muy chévere,




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