El árbol de laurel que alguna vez me sostuvo
ahora es un abismo
desde el que caigo y grito.
Los muros de mi infancia
escombro son
nada perdura
pero solo basta el recuerdo.
Pero así sea imposible
de las ruinas me levantaré.
Ahora soy el pincel
el mundo mi lienzo
los versos mi esencia.
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